Según opinan los expertos, en los inicios de cualquier negocio, lo aconsejable es optar por el alquiler antes que por un local en venta en Barcelona, y son muchos los motivos que llevan a esta conclusión. En primer lugar, cualquier negocio nuevo, cualquier negocio que se acabe de crear, posee numerosos gastos, pero a su vez no suele contarse con una gran suma de dinero como colchón económico ante cualquier gasto imprevisto.
En segundo lugar, y como es obvio, nunca se sabe cómo va a funcionar tu empresa o negocio, por ello resulta mucho menos arriesgado optar por el alquiler que comprar el local y meterse en una hipoteca, lo cual únicamente te atará económicamente. Además, otra ventaja es que no debes comprometerte a fijar la localización de tu negocio en un lugar determinado, y tienes una mayor libertad para cambiar a otro local comercial.
Como es obvio, el alquiler presenta muchas menos responsabilidades que la compra, tanto en mantenimiento como en relación a la seguridad del establecimiento, ya que deberá ser el propietario del mismo quien se encarga de este tipo de temas. Dependiendo del coste del alquiler, podrás gozar de un mayor flujo de caja, ya que como sea mencionado no hay que atarse a un préstamo hipotecario.
Tampoco hay que olvidar que a pesar de pagar unos meses por adelantado a la hora de alquilar un establecimiento comercial, nunca será un desembolso tan grande como el que supone la compra de un local, en cuyo caso habría que hacer el esfuerzo de pagar hasta un 25% del total del precio, lo que para muchas personas que comienzan un negocio puede ser un gran sobreesfuerzo. Lo ideal sin duda es alquilar el local en un inicio, y cuando el negocio verdaderamente comience a funcionar, optar por comprar aquel local de interés. De este modo nunca se pierde.